lunes, 22 de abril de 2013

Natur house de mi vida y mi corazón

Hola gordonautas:



Sí, habeis leído bien: NATUR HOUSE.
¿Por qué narices no vas a un dietista o a un endocrino? He ido a un dietista que me mandaba pastillas para adelgazar, no era severo el plan de adelgazamiento pero perdías rápido los kilos. Cómo podreis haber adivinado, lo que rápido se va, rápido vuelve y lo peor es el efecto rebote. Solo aguanté dos semanas, no creo ni haber llegado al mes, dado que esas pastillas me causaban somnolencia y a la hora de estudiar estaba más anestesiado que un yonki. Aparte, que corrían rumores que sus efectos secundarios iban más allá de ello: tiroides... y si adelgazo por salud, no voy a ponerla en juego por conseguir verme escultural (uff, qué bien sonó este adjetivo xD).

En cuanto al endocrino, era perder el tiempo, tanto en mi día a día como en la sala de espera. No era nada cómodo que el señor endocrino de la seguridad social me mandara pesar y contar los alimentos, ¡No tengo otra cosa mejor qué hacer que contar lentejas, pesar raciones o cucharadas de aceite de oliva!

Y lo más eficaz: el querido Naturhouse. Y no es por la fama de las hierbas y demás, es que funciona porque lo he experimentado. ¿Cómo? ¿Pero nene, si estás diciendo que vas a adelgazar? Poco te debió hacer efecto... Pues no, gentecilla, funciona. La primera vez (y la más satisfactoria), llegué a adelgazar 20 kilos en menos de 4 meses... y bajé de volumen muchsimo, obviamente, con ejercicio incluído. Lamentablemente al conseguir bajar 30 kilos, dejé de ir, no hice dieta de choque y en un año engordé los 30 más 20 de regalo por volver a la pasividad, a la ansidedad y a la tranquilidad xD

Luego volví otras dos veces, la primera dejé de ir porque ya no solo me mantenían en el peso sin bajar, es que ¡hasta engordaba! Poco, pero lo hacía. Bien es cierto que ni hacía ejercício, pero hacía la dieta y me tomaba las pastillas y las ampollas. La segunda, empecé genial, llegué a perder 10 kilos rápido, pero la anemia que siempre campa a sus anchas cuando le apetece, me provocó ir al médico y recetarme pastillas de hierro... que para mi desgracia, me hinflaban como una pelota y me engordaban (¡¡Ni que fuera una pildora!!). Solo espero que no me vuelva a ocurrir, porque esta segunda vez de la que os hablo, me lo tomé tan en serio, que llegué a comer poquísimo, y saltarme comidas metiendome caña hasta haciendo natación... y claro, podré estar hermosote, pero eso no implica resistencia permanente y mi cuerpo se resiente.

Ahora voy a regresar, tendré paciencia... y no empezaré a hacer trampas (bueno, algun caprichillo de allá en cuando sí, pero sin abusar) y no me iré a los extremos (alimentarme poco para pesar menos). Mi mayor miedo es que mi cuerpo antes al no conocer las hierbas y tal, las asimilara y adelgazara, pero que ahora las conozca, y no surtan efecto. Crucemos los dedos para que no pase así.

Me quedo con las palabras de mi primera dietista, una jienense con cara de perro pero más salá que echa a posta, que me regañaba y me felicitaba en partes iguales, y en una ocasión casi me emocioné cuando me dijo: "Tu caso es excepcional, tu cuerpo ha respondido bien a la dieta y estas consiguiendo bajar de peso muy rápido... tanto por tu fuerza de voluntad como la colaboración de tu organismo...". Me emocioné y todo, aunque hace un par de meses me la crucé en la capital y creo que no me reconoció, me sentí avergonzado por los cuatro años que transcurrieron desde que fue mi tutora o guía, y que lo que logró, aunque fuera beneficio para mí, se fuera al traste. Da igual que me gaste 40 euros o 45 a la semana o cada 15 dias, mejor eso que hacerlo en tabaco o copas de alcohol. Sin ir más lejos, antes de pasar a clase de la EOI, me acercaré a pedir cita.

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